martes, 30 de abril de 2013


(Para que se publique en Heraldo de Aragón.)
¿QUÉ VA A SER DEL MUSEO DE LA DOLORES?

            Pese a quien pese hay algo incuestionable, como lo es mi decisiva e imprescindible colaboración para que no desapareciera el Mesón de la Dolores, que era una ruina a punto de desplomarse; el haber reivindicado a la Dolores, que de un baldón para Calatayud se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad; y mi aportación del contenido que se expone en el Museo de la Dolores. Un contenido no elegido al azar, sino que obedece a unos fines concretos, como son: el que se consolide la reivindicación de la Dolores; la constatación de la universalidad de su Leyenda y, algo también muy importante, la difusión del Patrimonio Cultural que ha generado (en cantidad, variedad y calidad impresionantes, con más de 200 obras), que es único en la Literatura y en la Música universales.
            Cuando se creó el Museo se daba por hecho que aportaría mis fondos sin más. Pero estimé que no estaba obligado a regalar un patrimonio reunido tras más de treinta años de incesante dedicación, mucho esfuerzo y dinero. Pensaba haberlo cedido al Ayuntamiento por la cantidad que hubiésemos estipulado, que se abonaría con un porcentaje de lo que se recaudase con las entradas. Pero no me dieron opción a realizar la propuesta.
            Se me empujó a negociar con la Asociación CulturalLa Dolores”. Y libremente, con el visto bueno del Ayuntamiento, acodamos que cedería mi Derecho de Propiedad Intelectual sobre el contenido de los paneles fijos y de los fondos  de mi propiedad a cambio de un porcentaje de la recaudación.
            Hasta la fecha, el Ayuntamiento, la Asociación o el Museo, ha percibido 30.104 euros, y un servidor 12.462, que es una cantidad que me reprochan, que no me toleran y que les permite llamarme insolidario y que antepongo mis intereses personales a los de “toda la ciudad de Calatayud”.
            Pero quienes así piensan se olvidan de un detalle: que este dinero percibido en cinco años, es poco más o menos lo que me he gastado en enmarcar y acondicionar más de 200 piezas. Creo que no es preciso recordar lo que cuesta enmarcar algún retrato o pintura, porque casi todos lo hemos hecho. Una simple operación aritmética es muy ilustrativa.
            En suma, que he dotado un Museo digno e interesante, que es un orgullo para Calatayud, visitado por más de 100.000 personas, que gusta mucho (como lo atestiguan miles de opiniones plasmadas en el Libro de Firmas), y por querer recuperar parte de lo que me he gastado, he tenido que sufrir toda clase de inconveniencias, agravios y desconsideraciones por parte de la Asociación y del propio Ayuntamiento. Hasta el punto, de que me he visto obligado a tomar la dolorosa resolución de retirar del Museo los fondos que me pertenecen.
            He intentado por todos los medios llegar a un acuerdo. Pero el “sostenella y no enmendalla” del equipo de Gobierno del Ayuntamiento lleva a que el emblemático Museo de la Dolores se quede casi vacío y desvirtuado. Y no del todo vacío porque el contenido de los paneles fijos ¾textos, fotos, documentos¾ se debe totalmente a mí.
                                                                      
                                                                                  Antonio Sánchez Portero



 Antonio Sánchez Portero
                                                                                              Sr. D. Juan Domínguez

Calatayud, 2 de septiembre de 2004
           
            Querido amigo Juan: No encuentro palabras para expresarte mi profundo agradecimiento. Lo que escribes de mí (te has pasado) sólo lo dice un amigo de verdad. Yo sé donde tengo un amigo. Tu debes saber donde tienes otro. El bálsamo que me ofreces tan generosamente, va a ser un buen aviso para mareantes. Gracias de nuevo. Te tendré informado. A ver si le tomo de nuevo el pulso a la SEGUNDA ANTOLOGÍA DE POETAS BILBILITANOS, que la tengo muy avanzada.
            Te envío la nota “EL MUSEO DE LA DOLORES” por si estimas oportuno que se publique en la sección de “Cartas al Director” No quiero molestar a Guillermo. Le das un abrazo de mi parte. Otro muy fuerte para ti.


EL MUSEO DE LA DOLORES


            Agradezco al Heraldo el tratamiento que da al litigio sobre el Museo en el artículo del pasado 1 de septiembre. La imparcialidad y la diversidad de opiniones que recoge es la habitual. Efectivamente, si no hubiese sido empujado por las circunstancias y muy en contra de mi voluntad, no hubiese tomado la dolorosa resolución de retirar los fondos de mi pertenencia del Museo de la Dolores. Mientras esta operación no se lleve a efecto, aunque remotamente, cabe una ligera posibilidad de acuerdo. Por mi parte, estoy en la mejor disposición.
            Agradezco al señor Bañeres que me cite como “este buen hombre”, siempre es mejor que fuese “mal hombre”; pero no estoy de acuerdo con lo que sigue: que mi “problema con la Asociación es puramente económico.” Él, mejor que nadie sabe que esto que dice no es cierto.
            En carta al señor alcalde con fecha 12 de agosto, le decía: “Olvidándome de todos los agravios, lo único que solicito en beneficio de Calatayud es lo siguiente: 1.- Que la magnífica bodega medieval se pueda contemplar en todo su esplendor, sin que sus paredes y arcos permanezcan ocultos por los paneles de la exposición permanente de pintura. 2.- Que parte del Museo deje de conceptuarse Etnográfico, porque es inviable y es un contrasentido. Todo el espacio debe ser solamente destinado a Museo de la Dolores. Un Museo único en el mundo, dedicado a un personaje universal, que debe tener características propias. 3.- También pido que se me considere y reconozca oficialmente director de dicho Museo de la Dolores.”
            Sobre el canon que percibo por la cesión de mis fondos al Museo, decía en carta (14–7–04) a la concejala de Turismo: “Si como espero (confío en que se imponga la sensatez) se me concede lo que solicito, a tenor de los proyectos y de la actitud que tome el Ayuntamiento sobre el Museo, será llegado el momento de hablar de los fondos de mi propiedad expuestos en él. Porque conviene ir paso a paso y cada cosa a su debido tiempo.” Y como mi predisposición para el acuerdo era grande, seguro que hubiésemos encontrado alguna solución. Pero no hubo lugar a ello.
            Por último, el señor Bañeres, dice que he percibido 12.193 euros. Es cierto (este dinero es poco más o menos es el que empleado para enmarcar 200 cuadros y que pudieran ser expuestos). Pero no dice que el Museo, la Asociación o el Ayuntamiento ha percibido 30.104 euros, de los que descontando los gastos de la azafata, han quedado 8.566.
            Lo digo de corazón: hubiese perdonado los euros percibidos de saber que me iba a ver envuelto en este conflicto. Para mí, por encima de todo, está Calatayud. Creo que lo he demostrado con creces.

                                                                       Antonio Sánchez Portero.


MUSEO DE LA DOLORES

PREGUNTA AL SEÑOR ALCALDE

            El Ayuntamiento de Calatayud convocó un concurso para seleccionar la empresa a la que se iba a encargar la infraestructura del Museo de la Dolores. La designada fue Audiomarket Multimedia S.L., de Zaragoza, que puso como condición la “ineludible participación, en el grado que el Ayuntamiento estime, de expertos en la materia como Antonio Sánchez Portero.” Esta persona es un servidor, reconocido ¾y mal está que yo lo diga¾ como el máximo experto a nivel nacional e internacional sobre el tema de La Dolores.
            Se me pidió la colaboración, y la ofrecí en el máximo grado. El resultado es que todo lo incluido en los paneles fijos instalados en el Museo de la Dolores, o sea, testimonios, documentos, fotografías y textos, son obra mía, el fruto de más de treinta años de investigación y de trabajo. Audiomarket, que sin mi colaboración le hubiese sido imposible realizar el trabajo, percibió alrededor de nueve millones y medio de pesetas. Y a un servidor le quedó la satisfacción de haber sido útil, una vez más, a su pueblo.
            El Ayuntamiento me “premió” colocando en el Museo la siguiente placa: “Este Museo, dedicado al singular personaje de la Dolores, es fruto de la inestimable colaboración de su director científico D. Antonio Sánchez Portero” He puesto entre comillas lo de “premió”, porque este cartel y este título no ha servido nunca para nada; más bien ha sido una broma pesada con que el Ayuntamiento ha reconocido mis desvelos.
            Todo el mundo pudo comprobar entonces, durante los tres primeros meses de visita gratuita, que el Museo presentaba un aspecto desangelado y vacío. (Lo que se puede volver a apreciar ahora.) Lo llené, paulatinamente, con más de doscientas piezas, todas ellas con el fin de cumplir unos  objetivos concretos, como son que se consolide la reivindicación de la tan denostada Dolores; el poner de manifiesto la gran difusión de su Leyenda; y el de divulgar el magnífico patrimonio cultural que ha generado, único en la Literatura y en la Música universales. Y a mi modo de ver y al de multitud de personas, quedó un Museo digno, interesante y atractivo.
            Por continuas desatenciones de la Asociación CulturalLa Dolores” y del propio Ayuntamiento, me he visto en el doloroso trance de retirar las piezas que aporté. Fue el 11 de septiembre. Y se me “obsequió” con un regalo que no esperaba: con la placa que se había colocado en reconocimiento a la labor que había realizado antes de completar el posterior equipamiento.
            Respecto a la primitiva instalación, se da la paradoja de que, desde hace tiempo, han dejado de funcionar la música ambiental, el pitido y resoplar de la locomotora, la proyección sobre una pantalla gigante, el ordenador de la mesa escritorio con un banco de datos (que facilité yo); y lo único que se mantiene en vigor, además de dos televisores y una gramola normales, es el contenido de los paneles: o sea, mi obra, sin la cual no se justifica y se salva el Museo.
            Y ahora viene mi pregunta al señor alcalde. Si se ha quitado la placa, ¿no sería lo correcto, lo obligado, quitar también del Museo todo aquello que contribuyó a que dicha placa fuese otorgada y colocada? Me siento menospreciado y maltratado; se me ha utilizado y ahora se prescinde de mí.
            Me gustaría saber ¾y también a mucha gente¾, por qué motivo recibo este trato, que se mire por donde se mire es algo insólito e inconcebible. No obstante, seguiré haciendo lo que he hecho toda mi vida, porque no sé hacer otra cosa: trabajar con mi mayor dedicación y entusiasmo por Calatayud. Muy pronto ofreceré a mi pueblo y a mis paisanos la Segunda noticia y antología de poetas bilbilitanos.
                                                                                   Antonio Sánchez Portero

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